Halloweeen!

Esto es Halloweeeeeen! UUUh, que miedo!

O bueno, eso es lo que pensarían los primeros que decidieron ponerle el nombre. Por mi parte, no buscaré quienes fueron. Este fin de semana ya he tenido mi propio descubrimiento: saber como es una fiesta de Halloween en un pais anglosajón.

Y la verdad, como fiesta, un poco decepcionante. Me explico, es igual que en España: te disfrazas, bebes y bailas. También peude ser que no lo valore en conjunto, más que nada proque la fiesta fue el Viernes (noche del 30-31 de Octubre), porque aquí en Cranfield nadie puede salir los sábados de lo intensas que son las fiestas del viernes. Por eso no salimos a la ciudad, Milton Keynes, el sábado. Quizás hubiera más fiesta, pero lo dudo. Como en España, en ningún sitio encuentras fiestas.

Por mi parte, emocionante weekend: Jose Alfonso y Celia (ambos con sus blogs, justo un poco a la derecha de este post) decidieron visitar Cranfield. Y creo que les gustó: strolling por la universidad...y por supuesto, fiesta de disfraces.

Aquí nos tenéis, con mi amiga Eva que hacía las veces de Cosa:

Yo era el padre de la familia Adams. Mi mujer e hija iban tan borrachas que nunca pudimos hacer una foto de familia. Aún así, ¿que más entrañable que la visita de unos amigos entre las moreras y las ovejitas?

El sábado relax, cervecitas y una pizza elaborada por los huéspedes:


¡Hasta la masa la hizo J.A! ¡No me digáis que Pilar, la cocinera del colegio, no estaría orgullosa de los colegiales!

Y el día amaneció. Hoy ha sido un día frío: All Saints' day. Se respiraba una tranquilidad sepulcral, aún más intensa cuando se marcharon en el taxi los dos visitantes.

Eva y yo nos volvimos a quedar sólos. Preparar la cena, tomarla y un té. Hacía ya horas que había llegado la noche.

Pero antes de que ella llegara, mientras pensaba en que otro fin de semana se acababa y que quedaba menos para volver a mi casa, decidí salir a fotografíar la luna. Hoy, era noche de luna llena. Parecía que por fin las fiestas se habían acabado y que los fantasmas comenzaban a encender pequeñas luces entre la oscuridad del cielo. Su fiesta comenzaba, y la música disco había sido sustituida por el aullido del viento que recorría cada uno de los rincones de la ciudad universitaria.


Debajo justo de mi ventana, con una cámara y congelado hasta los huesos, decidía pensar en cosas alegres. Quizás incluso hubiera necesitado después un poco de chocolate, pero nunca llegue a tener en mi nevera. Y cuando de repente se me erizaron los pelos de los brazos, comprendí que ya era hora de marchar.

Me giré una última vez e hice otra foto. Puede que fuera esta. Puede que no.


Subí las escaleras y me apresuré a llegar a mi habitación. Encendí la estufa y me alegré al pensar en cuanto iba a disfrutar mi taza de té con Eva mientras hablábamos de alguna trivialidad.

Ese día, creo fue la última vez en que me asomé a la ventana. Y vi la calle vacía. Vi la soledad que me había embargado minutos antes. Vi las sombras de los desnudos castaños que bailaban en la noche del 1 de Noviembre, la Noche entre el Día de todos los Santos (All Saints' day) y el Día de Difuntos ( All Souls' day).

El año que viene, quizás, esté de nuevo celebrándolo con mis amigos.

This is Halloween!